CRISTO MORADO DEL PERÚ
Dentro de tantos papeles que llegan a la radio, a través de mi casillero, encuentro una nota extraviada que posiblemente alguien dejó para darle lectura en el programa, cojo le doy su tiempo, es una nota que me llama la atención, y creo importante compartir con ustedes y dice:
Dentro de tantos papeles que llegan a la radio, a través de mi casillero, encuentro una nota extraviada que posiblemente alguien dejó para darle lectura en el programa, cojo le doy su tiempo, es una nota que me llama la atención, y creo importante compartir con ustedes y dice:
Muchas veces la vida nos pone retos que
nos volvemos locos irritables, por que no encontramos la solución al
problema, a veces sufrimos por amor,
otras veces tenemos la idea del
amor tan sesgada, pensamos que la
persona ideal para nuestros gustos
tiene que ser perfecta, esto cuando se trata de
buscar pareja.
Si elegimos una carrera dudamos, y no sabemos si estudiar
o no, pero estamos nerviosos, y pensamos, puede que no me de,
los dividendos económicos que
quisiera, nos sentimos incómodos en la universidad y nos damos cuenta que cada día
hay mas vacío en el corazón, y optamos
por abandonar la misma y buscar
otra alternativa. Y
finalmente nos damos cuenta que perdemos el
tiempo, esta experiencia yo la
pude vivir por que nadie puso mano dura en mí vida, que Horror.
Pero hoy me doy cuenta
que mi hijo, sale de mi control y
veo la solución de este problema tan distante, es cuando empieza la tragedia en mi hogar, pero si a esto le acumulo a que
el ídolo de barro que había elegido como
pareja, no es la personita que yo creía,
por que a diario me sorprende con nuevos comportamientos, palabras, o poses, me pregunto por qué en una época tan difícil,
recién me doy cuenta y esto llega, como
un huracán y me cierra el camino y tengo tantos problemas, que no sé, por donde empezar, y me siento defraudado
de la vida y creo que el mundo se me
acaba y no tengo a donde recurrir.
Pero tengo muchos amigos, puedo contar con ellos, pero no me
dan la solución que yo deseo, uno me dice, busca
en el señor el espacio de paz que
estas necesitando, el otro me dice casi
igual, el otro no quiere opinar entonces, me encuentro entre la espada y la pared, y
empiezo y hago memoria de los años idos
y cuanta alegría había puesto en mi juventud, mis ilusiones eran tan alentadoras y creía en la vida y ahora estoy en un túnel que me asfixia
y no se donde encontrar el oxigeno que necesita mi alma con urgencia, pienso y me resisto a creer a mi
amigo que me dio la receta, pero no puedo más.
Hoy debo arrodillarme no aguanto más, justo en el mes morado y pedir al Señor de los Milagros
que me conceda lo que tanto ansío, paz, para este corazón que está solo y sediento
de encontrar un camino y solucionar todos los problemas y que cargo noche y día y nadie ningún psicólogo ha podido quitar siquiera un minuto, este dolor, esta desesperanza que acompaña mi vida y quiero gritar, correr, pedir auxilio y me contengo para no ser motivo de risas. Toda la noche pienso y me rindo y me arrodillo y clamo a ese Dios de los peruanos y que
les ayuda, yo estando en esta tierra amazónica
peruana, ¿porqué no pedir a este cristo milagroso, por tantas cosas que me abaten, y me desesperan?
Tengo que confesarle que la ambición de poder me mata, poder de dinero. ¡Dios¡, ayúdame, me gusta derrochar,
gastar, tengo delirio de tener la mujer de mi prójimo, las ansias de sacar dinero
de donde sea, pero mi correr por la vida
sin luz, siempre en penumbra me ata y me obliga a vivir en un mundo lleno de cosas que
no entiendo y pido a ese Dios que recorre
las calles , que entre en mi y me de, la paz que busco, me doblego y lloro y me canso de llorar y pido perdón y saque los odios de mi corazón y pueda perdonar
a todos
los que me hicieron criticas aquellos que me engañaron solo por
utilizarme y digo, Señor estoy aquí queriendo cambiar y ser uno de tus hijos, en este
mes donde todos se rinden ante ti y claman sus dolencias y vuelven felices a compartir con
sus familias, señor ayúdame a cambiar, quiero ser otro, quiero cambiar de rumbo y tenerte siempre, no dejarte ir, Señor quédate conmigo, señor te necesito.
Al interpretar esta nota pienso que, el que describió su calvario ya debe
estar en paz, por que el Señor trae paz, trae alegría, también trae perdón,
es cuando viene a mi memoria
un 11 de octubre del 2001, cuando al medio día, soportábamos
un calor infernal en Pucallpa, de
pronto vino un vendaval, con lluvia que parecía un diluvio y me encontraba en casa, en mi oficina justamente escribiendo algo para el programa del día siguiente, cuando escuché
un estruendo y salí corriendo
hacia la calle no importó la
lluvia, me acordé que las torres gemelas,
hacía un mes se habían caído, esto era para no olvidar.
Cuando pasó la lluvia y el
viento, me di cuenta, que el tercer piso de la vecina de la esquina había volado mas de 60 metros y
vino a meterse en mi casa, felizmente solo se malogró parte de ella, y yo estaba viva y
sana, lo que me impactó fue que la pared deteriorada, estaba intacta, venía planificando arreglarla. Miré, el resto de la
casa estaba destrozada, es cuando veo el
cuadro del Señor de los Milagros al frente en la pared, desafiante, como
que quisiera decirme, aquí no
pasó nada, es cuando me inspiré y escribí
este poema. Bajo el titulo: Todos pasan.
Todos pasan
Miran mi destronado imperio
Entorpecen sus miradas fruncen el seño
y se van
Van llevando sus
propias amarguras
Ni siquiera pueden
saborear las agrias delicias
Con sabor amargo… no hay amigos
De saber que vino la negligencia
Envuelta en viento,
golpeó con furia mi techo
Me arrancó el nido y me recordó que no debo morir
Porque me esperan
mi gente
Porque me esperan
mis niños
Porque me esperan
mis ciegos
Y por que el señor
espera que
Trabaje para él
Y me dice
¿Acaso has tardado en entender
Que estoy adornando tu pared
Y tu corazón lejos de mí?
Calma tu acalorada hora
y piensa
Que algo
bueno ha de venir
Si las corrientes
traen rabia
Si el vendaval
trae lluvias
Es por pura
casualidad
Donde hay
esperanzas hay gloria
Donde hay vida,
hay una mañana mejor
Y donde hay un corazón
que ame,
Ahí estoy yo.